El viaje a Banff había sido planeado desde hace tiempo, pero inicialmente no pensaba ir.Sin embargo, mi deseo de esquiar, algo que nunca había hecho, fue más fuerte. A dos semanas del viaje, me convencieron y decidí unirme. Compré todo el equipo necesario y nos dirigimos a Banff, un pueblito en Alberta, Canadá. Llegué solo un día antes para tomar clases de esquí y después me reuní con el grupo de Aletazul.
El viaje fue en invierno y las temperaturas eran extremas, llegando a -25°C. Para prepararme, además de las clases, vi muchos videos en YouTube y pedí consejos. Compré ropa especializada para la nieve, como jumpers y ropa interior térmica, mientras que el equipo de esquí lo rentamos allá. Con mi kit completo y listo, me adentré en una de las experiencias más increíbles de mi vida.
Banff es uno de los lugares más hermosos que he visto. La primera impresión fue inolvidable: amaneciendo entre dos cordilleras, con todo cubierto de blanco y caribus en el paisaje.
Cada día visitábamos un resort de esquí diferente, cada uno más impresionante que el anterior. El clima fue perfecto todos los días, con cielos despejados y sin viento, un fenómeno conocido como "bluebird".
Nos quedamos una semana y además de esquiar, dedicamos tiempo a la fotografía. Llevé conmigo mi equipo fotográfico, siempre preparado para capturar esos paisajes únicos. Utilicé mi mochila Aletazul para guardar la cámara y otros accesorios, lo que facilitó mucho el traslado. Uno de los días más memorables fue cuando visitamos el lago Louise, completamente congelado y rodeado de montañas.
La fauna local también me dejó sin palabras. El primer día que amanecimos en Banff, abrimos la ventana de nuestra cabaña y vimos alrededor de 50 caribus justo afuera. Aproveché para tomar muchas fotos, disfrutando cada momento. También vimos otros animales como búhos, águilas y zorros, especies que no se encuentran en México.
En cuanto al equipo necesario, todos los días llevaba ropa interior térmica y la playera de bamboo Pro long Sleeve. Esta combinación me mantuvo a una temperatura perfecta mientras esquiaba. También usé el TOHF de Aletazul para proteger mi nariz del frío y la mochila Drymate para llevar mis cosas esenciales, incluyendo mi pasaporte y otros documentos, lo que me ayudó a mantenerme organizado y sin estrés.
Este viaje fue transformador. El esquí se ha convertido en mi deporte favorito por su combinación de velocidad, naturaleza y adrenalina. Encontrarme en esos paisajes me llenó de gratitud y me inspiró enormemente en mi pasión por la fotografía. Me siento afortunado de haber vivido esta experiencia con Aletazul, descubriendo nuevos lugares y desafíos.
Para aquellos interesados en un viaje similar, recomiendo muchísimo Banff. Es un destino accesible, especialmente si se planifica bien y se divide entre amigos. Llegar temprano al lift y comprar el Daypass también son consejos útiles para aprovechar al máximo el día. Banff es un destino que puede parecer caro, pero con la preparación adecuada, puede ser una experiencia increíble y accesible.
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